31 de Julio, 1995 (7 años después del registro anterior)
Cuando regresé ya habían pasado 17 años desde la primera vez. Siempre que vengo recuerdo el olor del viento de ese día. Los edificios y alrededores se mostraban como siempre.
En el helipuerto pude ver a Birkin. Hacía ya 4 años desde la última vez que estuvimos juntos. Por entonces habían autorizado su proyecto del G-Virus y yo había dejado los laboratorios Arkley para trabajar en el Servicio de Inteligencia Secreta. No era raro que abandonara mi carrera como científico y me introdujera en otro campo. Realmente, la investigación sobre el G-Virus estaba muy por encima de mi nivel. Sentía mis limitaciones como investigador y no podía quedarme más, aun sin haber descubierto cuál era el plan final de Spencer.
En el centro de ese viento agitado, Birkin, como era usual, no quitaba sus ojos de los archivos de la investigación. Él venía a Arkley a menudo, pero ya no estaba bajo su control. El G-Virus se había estado investigando en un laboratorio construido en los subterráneos de Raccoon City. Si soy honesto, jamás pensé que Spencer llegara a autorizarlo. Ésto solo podía ser debido a que el G estaba lejos de transformarse en una simple arma, había muchos detalles desconocidos.
La razón por la que G era distinto al T-Virus se debía a que el huésped seguía reaccionando espontáneamente al efecto del virus. Era muy fácil que ocurriera una mutación, ya que el ADN estaba abierto al virus. Pero ésto solo se debía al efecto del virus y no del ADN huésped. Incluso, aunque causara algún cambio, era poco probable que el ADN huésped mutara.
Sólo con una fuerza externa, como una radiación, podría suceder algo.
Con el T-virus pasaba esto, ya que cuando colocábamos un arma biológica en un área específica, el virus residente empezaba a causarle mutaciones. El G mutaba sin necesidad de un agente externo y nadie podía predecir lo que ocurriría tras estos cambios. Aunque halláramos un modo de detenerlas, el virus mutaría siempre en otra forma para acomodarse...
Hace siete años, Birkin encontró esto en esa mujer. A primera vista, no presentaba ningún cambio externo, pero internamente habían ocurrido una serie de mutaciones que le hacían consumir cada tipo de virus que le era inyectado. Por eso continuó con vida. Y en esos 21 años de mutación lo había hecho tantas veces que pudo incluso consumir el Nemesis.
El proyecto G-virus pretende llevar esta mutación hasta el punto más alto posible. Pero bien conseguiría llegar a la "Máxima forma de vida" o terminar en un desastre. ¿Puede esto llamarse un arma?, ¿en qué estaba pensando Spencer cuando autorizó el proyecto?. Incluso cuando estaba en el Servicio de Inteligencia Secreta, no pude averiguar nada sobre lo que Spencer había estado tramando durante esos cuatro años. Y ahora ni si quiera hace acto de presencia por los laboratorios Arkley. Es como si estuviese esperando a que algo sucediera. Poco a poco Spencer se iba alejando de mí, como un oasis en el desierto. Pero mi oportunidad llegará pronto. Eso si es que aún sigo vivo para entonces.
El ascensor nos llevó a mí y a Birkin hasta el nivel más alto del laboratorio. Hacia el lugar donde vi por primera vez a esa mujer. Ahí conocimos al nuevo jefe de investigación, John. Había venido de un laboratorio en Chicago y era un excelente investigador, pero era demasiado normal como para trabajar en un lugar como éste.
Trabajando en el servicio de inteligencia habían llegado a mis oídos rumores sobre que había estado cuestionando los motivos de la investigación e incluso a sus superiores. Todos decían que si se filtraba información del proyecto, él sería el primero en irse.
Ignoramos a John y procedimos a la limpieza de aquella mujer. Teníamos que matarla. Una vez que hubiera consumido a Nemesis y comenzado a ganar inteligencia su comportamiento empeoraría. Les quitaría los rostros a otras mujeres y los usaría como propio. De acuerdo a las grabaciones, presentó el mismo comportamiento cuando fue inyectada por primera vez con el virus original. La muerte recientemente de tres investigadores a sus manos fue lo que nos llevó a determinar su inminente exterminación. Como el proyecto G iba tan bien, ya no nos era de utilidad alguna.
Su muerte se confirmó pasados tres días y su cadáver fue llevado a algún lugar por el presidente. Al final no se había conocido su identidad ni por qué estaba allí. Pero al fin y al cabo, eso pasaba con todos los sujetos experimentales.
De no haber estado, el Proyecto G no hubiese existido, y en tal caso tanto Birkin como yo estaríamos en una situación completamente distinta a la actual. Pensaba en eso mientras me alejaba de los laboratorios.
¿Desde cuando había estado planeándolo Spencer?
Cuando regresé ya habían pasado 17 años desde la primera vez. Siempre que vengo recuerdo el olor del viento de ese día. Los edificios y alrededores se mostraban como siempre.
En el helipuerto pude ver a Birkin. Hacía ya 4 años desde la última vez que estuvimos juntos. Por entonces habían autorizado su proyecto del G-Virus y yo había dejado los laboratorios Arkley para trabajar en el Servicio de Inteligencia Secreta. No era raro que abandonara mi carrera como científico y me introdujera en otro campo. Realmente, la investigación sobre el G-Virus estaba muy por encima de mi nivel. Sentía mis limitaciones como investigador y no podía quedarme más, aun sin haber descubierto cuál era el plan final de Spencer.
En el centro de ese viento agitado, Birkin, como era usual, no quitaba sus ojos de los archivos de la investigación. Él venía a Arkley a menudo, pero ya no estaba bajo su control. El G-Virus se había estado investigando en un laboratorio construido en los subterráneos de Raccoon City. Si soy honesto, jamás pensé que Spencer llegara a autorizarlo. Ésto solo podía ser debido a que el G estaba lejos de transformarse en una simple arma, había muchos detalles desconocidos.
La razón por la que G era distinto al T-Virus se debía a que el huésped seguía reaccionando espontáneamente al efecto del virus. Era muy fácil que ocurriera una mutación, ya que el ADN estaba abierto al virus. Pero ésto solo se debía al efecto del virus y no del ADN huésped. Incluso, aunque causara algún cambio, era poco probable que el ADN huésped mutara.
Sólo con una fuerza externa, como una radiación, podría suceder algo.
Con el T-virus pasaba esto, ya que cuando colocábamos un arma biológica en un área específica, el virus residente empezaba a causarle mutaciones. El G mutaba sin necesidad de un agente externo y nadie podía predecir lo que ocurriría tras estos cambios. Aunque halláramos un modo de detenerlas, el virus mutaría siempre en otra forma para acomodarse...
Hace siete años, Birkin encontró esto en esa mujer. A primera vista, no presentaba ningún cambio externo, pero internamente habían ocurrido una serie de mutaciones que le hacían consumir cada tipo de virus que le era inyectado. Por eso continuó con vida. Y en esos 21 años de mutación lo había hecho tantas veces que pudo incluso consumir el Nemesis.
El proyecto G-virus pretende llevar esta mutación hasta el punto más alto posible. Pero bien conseguiría llegar a la "Máxima forma de vida" o terminar en un desastre. ¿Puede esto llamarse un arma?, ¿en qué estaba pensando Spencer cuando autorizó el proyecto?. Incluso cuando estaba en el Servicio de Inteligencia Secreta, no pude averiguar nada sobre lo que Spencer había estado tramando durante esos cuatro años. Y ahora ni si quiera hace acto de presencia por los laboratorios Arkley. Es como si estuviese esperando a que algo sucediera. Poco a poco Spencer se iba alejando de mí, como un oasis en el desierto. Pero mi oportunidad llegará pronto. Eso si es que aún sigo vivo para entonces.
El ascensor nos llevó a mí y a Birkin hasta el nivel más alto del laboratorio. Hacia el lugar donde vi por primera vez a esa mujer. Ahí conocimos al nuevo jefe de investigación, John. Había venido de un laboratorio en Chicago y era un excelente investigador, pero era demasiado normal como para trabajar en un lugar como éste.
Trabajando en el servicio de inteligencia habían llegado a mis oídos rumores sobre que había estado cuestionando los motivos de la investigación e incluso a sus superiores. Todos decían que si se filtraba información del proyecto, él sería el primero en irse.
Ignoramos a John y procedimos a la limpieza de aquella mujer. Teníamos que matarla. Una vez que hubiera consumido a Nemesis y comenzado a ganar inteligencia su comportamiento empeoraría. Les quitaría los rostros a otras mujeres y los usaría como propio. De acuerdo a las grabaciones, presentó el mismo comportamiento cuando fue inyectada por primera vez con el virus original. La muerte recientemente de tres investigadores a sus manos fue lo que nos llevó a determinar su inminente exterminación. Como el proyecto G iba tan bien, ya no nos era de utilidad alguna.
Su muerte se confirmó pasados tres días y su cadáver fue llevado a algún lugar por el presidente. Al final no se había conocido su identidad ni por qué estaba allí. Pero al fin y al cabo, eso pasaba con todos los sujetos experimentales.
De no haber estado, el Proyecto G no hubiese existido, y en tal caso tanto Birkin como yo estaríamos en una situación completamente distinta a la actual. Pensaba en eso mientras me alejaba de los laboratorios.
¿Desde cuando había estado planeándolo Spencer?
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