1 de Julio, 1988 (5 años después del registro anterior)
Ya había llegado el undécimo verano desde que empecé a trabajar aquí. En ese momento tenía 28 años y Birkin se había convertido en el padre de una niña de dos años. Su esposa también ejercía de investigadora en el complejo. No es extraño que personas que trabajen en lo mismo se enamoren y tengan hijos. Pero una persona normal no hubiese podido seguir trabajando en esas condiciones. Los que aun continuaban estaban locos.
En diez años habíamos alcanzado la fase tres de nuestro plan. Una vida programada, para ser usada como soldado, una bio-arma usada para combatir. Desde ese momento sería llamada "Tyrant". Pero este proyecto tuvo desde el principio un gran problema. Conseguir el sujeto experimental para este Tyrant era sumamente difícil, sólo muy pocos eran compatibles. Esto era debido a la naturaleza del T-virus. Podíamos usar a cualquier humano para crear un zombie o un hunter, pero su inteligencia se perdía en el proceso. Necesitábamos una cierta cantidad de inteligencia para crear al Tyrant. Birkin había encontrado una forma alternativa para crearlo y compensar este problema, pero sólo un grupo muy reducido de personas podría ser usado para tal propósito. En la simulación, sólo 1 de 100.000.000 sujetos se convirtieron en un Tyrant, los restantes terminaron como zombies.
De continuar nuestro trabajo, podríamos llegar a crear un tipo diferente de virus que fuera compatible con más personas. Para que ésto sucediera, necesitábamos otro sujeto de prueba, pero ni buscando por toda América apenas encontraríamos unas diez personas compatibles. Otros centros de investigación se habían encontrado con el mismo problema. Nos habíamos tropezado con una pared incluso antes de que nuestro trabajo empezara.
Entonces nos enteramos que la base de Europa había ideado un plan para solucionar este problema. Era el proyecto Nemesis. Me urgía conseguir una muestra de él para luego iniciar nuestra propia investigación. Aunque en un principio Birkin se oponía fuertemente, logré convencerlo. El trabajo iba a estar parado hasta que encontráramos un huésped compatible, tenía que entender eso...
Recibimos el paquete hace unos pocos días con una gran cantidad de precauciones escritas en él. Era una caja pequeña procedente del helipuerto en cuya etiqueta ponía "Proyecto Nemesis".
Aun siendo muy complicado obtener muestras de la base de Francia lo logramos con la ayuda de Spencer. En un principio Birkin no se interesó demasiado por el paquete, pero al menos permitió que se realizaran las pruebas. La muestra era totalmente nueva y creada especialmente con el propósito de realizar experimentos sobre ella. Una forma de vida biológica creada por la manipulación de ADN. Por si misma era inútil, la inteligencia era lo único de valor que residía en ella. Sin embargo, una vez que encontrara su huésped se convertiría en un parásito que se apoderaría de él y le daría una habilidad combativa increíble.
El huésped para el arma y el parásito se crearían separadamente, y luego la inteligencia del parásito y el cuerpo del huésped se combinarían para formar el arma biológica. Si ésto sucedía, ya tendríamos solucionado el problema de la inteligencia.
Sólo teníamos un problema, y es que cuando el parásito se apoderaba del huésped empezaba a consumirlo y en menos de 5 minutos, tras controlarlo por completo, causaba su muerte. Sin embargo, ya éramos conscientes del peligro que residía en el prototipo. Si tan solo consiguiéramos prolongar el tiempo de supervivencia del huésped, tendríamos en nuestras manos el crédito sobre el Proyecto Nemesis.
Para lograr dicha meta el huésped sería esa mujer...
Su increíble tasa de vida podría permitirle sobrevivir más tiempo ante el prototipo de Nemesis, y aunque falláramos tampoco supondría mucha pérdida.
Pero los experimentos sobre ella no salieron tal como esperábamos. Sin saber por qué, el prototipo de Nemesis que introdujimos en su cerebro desapareció. En un principio no encontrábamos explicación a lo sucedido, era impensable que hubiera podido consumir a Nemesis. Algo pasaba en su interior y ese algo causó el fracaso del experimento.
Entonces fue cuando Birkin empezó a notar el cambio. Estaba surgiendo de ella, totalmente distinto al proyecto T-Virus. Algo nuevo que nos daría nuevas ideas. El proyecto que cambió nuestras vidas, el "G-Virus".
Ya había llegado el undécimo verano desde que empecé a trabajar aquí. En ese momento tenía 28 años y Birkin se había convertido en el padre de una niña de dos años. Su esposa también ejercía de investigadora en el complejo. No es extraño que personas que trabajen en lo mismo se enamoren y tengan hijos. Pero una persona normal no hubiese podido seguir trabajando en esas condiciones. Los que aun continuaban estaban locos.
En diez años habíamos alcanzado la fase tres de nuestro plan. Una vida programada, para ser usada como soldado, una bio-arma usada para combatir. Desde ese momento sería llamada "Tyrant". Pero este proyecto tuvo desde el principio un gran problema. Conseguir el sujeto experimental para este Tyrant era sumamente difícil, sólo muy pocos eran compatibles. Esto era debido a la naturaleza del T-virus. Podíamos usar a cualquier humano para crear un zombie o un hunter, pero su inteligencia se perdía en el proceso. Necesitábamos una cierta cantidad de inteligencia para crear al Tyrant. Birkin había encontrado una forma alternativa para crearlo y compensar este problema, pero sólo un grupo muy reducido de personas podría ser usado para tal propósito. En la simulación, sólo 1 de 100.000.000 sujetos se convirtieron en un Tyrant, los restantes terminaron como zombies.
De continuar nuestro trabajo, podríamos llegar a crear un tipo diferente de virus que fuera compatible con más personas. Para que ésto sucediera, necesitábamos otro sujeto de prueba, pero ni buscando por toda América apenas encontraríamos unas diez personas compatibles. Otros centros de investigación se habían encontrado con el mismo problema. Nos habíamos tropezado con una pared incluso antes de que nuestro trabajo empezara.
Entonces nos enteramos que la base de Europa había ideado un plan para solucionar este problema. Era el proyecto Nemesis. Me urgía conseguir una muestra de él para luego iniciar nuestra propia investigación. Aunque en un principio Birkin se oponía fuertemente, logré convencerlo. El trabajo iba a estar parado hasta que encontráramos un huésped compatible, tenía que entender eso...
Recibimos el paquete hace unos pocos días con una gran cantidad de precauciones escritas en él. Era una caja pequeña procedente del helipuerto en cuya etiqueta ponía "Proyecto Nemesis".
Aun siendo muy complicado obtener muestras de la base de Francia lo logramos con la ayuda de Spencer. En un principio Birkin no se interesó demasiado por el paquete, pero al menos permitió que se realizaran las pruebas. La muestra era totalmente nueva y creada especialmente con el propósito de realizar experimentos sobre ella. Una forma de vida biológica creada por la manipulación de ADN. Por si misma era inútil, la inteligencia era lo único de valor que residía en ella. Sin embargo, una vez que encontrara su huésped se convertiría en un parásito que se apoderaría de él y le daría una habilidad combativa increíble.
El huésped para el arma y el parásito se crearían separadamente, y luego la inteligencia del parásito y el cuerpo del huésped se combinarían para formar el arma biológica. Si ésto sucedía, ya tendríamos solucionado el problema de la inteligencia.
Sólo teníamos un problema, y es que cuando el parásito se apoderaba del huésped empezaba a consumirlo y en menos de 5 minutos, tras controlarlo por completo, causaba su muerte. Sin embargo, ya éramos conscientes del peligro que residía en el prototipo. Si tan solo consiguiéramos prolongar el tiempo de supervivencia del huésped, tendríamos en nuestras manos el crédito sobre el Proyecto Nemesis.
Para lograr dicha meta el huésped sería esa mujer...
Su increíble tasa de vida podría permitirle sobrevivir más tiempo ante el prototipo de Nemesis, y aunque falláramos tampoco supondría mucha pérdida.
Pero los experimentos sobre ella no salieron tal como esperábamos. Sin saber por qué, el prototipo de Nemesis que introdujimos en su cerebro desapareció. En un principio no encontrábamos explicación a lo sucedido, era impensable que hubiera podido consumir a Nemesis. Algo pasaba en su interior y ese algo causó el fracaso del experimento.
Entonces fue cuando Birkin empezó a notar el cambio. Estaba surgiendo de ella, totalmente distinto al proyecto T-Virus. Algo nuevo que nos daría nuevas ideas. El proyecto que cambió nuestras vidas, el "G-Virus".
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